pacrima

Un lugar donde pensar entre palabras…

Nosotros

1 Comment

Hay días que sin saber por qué te zambulles en tus recuerdos y cada vez buceas más y más profundo sorprendiéndote casi siempre con algunas sonrisas inesperadas que se reflejan en tu cara, y a veces con alguna lágrima porque ya el tiempo no volverá.

Solo nosotros tres

Solo nosotros tres

Hoy llevo todo el día yendo de unos recuerdos a otros, algo que ya forma parte de mí como el tomar aire al respirar. Puedo decir que tengo la suerte de tener muchos recuerdos dónde elegir, pero hoy llevo conmigo unos muy especiales  y a dos personas que hacen que esos momentos que viví  los tenga ya manoseados de tanto usarlos, porque a fin de cuentas las cosas importantes siempre se llevan cerca.

A veces parece que el destino conspiraba a mis espaldas para ponerme a estas dos personas en mi camino y demostrarme una vez más que nunca nada sale como crees y a veces ese desconocido de allí mañana puede ser la persona que te de un abrazo cuando más lo necesites, o mantener una conversación de horas saltando de un tema a otro esperando que el tiempo se detenga unos minutos para hacer ese momento eterno.

He de decir que sin una de esas personas no tendría a la otra y que por eso siempre le estaré agradecido, por empezar un día aquel juego del que yo era un espectador que se tragaba con ansia cada capítulo casi diario y que me desgranaba en una llamada al teléfono a veces de horas, de esas de “cuelga que se me pasa la hora y me cobran”

Recuerdo una amistad que nacía en los comentarios de una cosa que se llamaba (y se llama, aunque ya solo sea un álbum de recuerdos para nosotros) “Fotolog”, recuerdo el encender el pc y esperar con ansia a que se cargara la página para ver si alguna de esas dos personas había dejado un comentario o había subido algo nuevo que me permitiera sentirme un poco más cerca de ellas.

Recuerdo el esperar, como tantas cientos de veces, en la puerta del instituto y quedarme mirando a una persona en particular que también me miraba a mí. Sin una palabra decíamos te conozco, sé quién eres. Recuerdo como se acercó a mí y me dijo un simple “¿buscas a María?”… a veces los principios no parecen gran cosa, pero por simple que parezca ese paso fue importante, porque esa simple frase daría lugar después a muchos momentos más que no cambiaría por nada.

Una fiesta de “amigos” que para variar se llenó, nos buscábamos entre la gente para compartir un momento a veces dos de nosotros, a veces los tres, pero siempre buscándonos con la mirada. Esa misma fiesta, cuando la gente despareció poco a poco, tirados los tres en la cama charlando, riendo, solo nosotros tres; una historia curiosa que poco a poco iba teniendo un sentido y un significado que cambiaría mi  mundo para siempre.

Paso a paso, recuerdo a recuerdo, día a día seguíamos siendo nosotros tres entre más gente (que no por ello menos importante), siempre nosotros tres.

This slideshow requires JavaScript.

Los tiempos fueron cambiando, porque la vida no sabe estarse quieta y siempre tiene la manía de ir hacia delante sin mirar para atrás. Pero por mucho que pasara siempre estábamos nosotros, aunque ya la distancia apareciera de por medio, nosotros nos buscamos la manera de ganar tiempo para nosotros… visitas a casa de Cris, visitas sorpresas a Cádiz, visitas a Sevilla, reuniones  en unos escalones en Sta. Ana… da igual cómo, cuándo o con quién, lo importante era encontrarnos los tres para reírnos, para charlar, para compartir algo más de nosotros.

Hubo momentos tensos, momentos en los que todo parecía a punto de acabar, momentos que se alargaban más de lo que debían, pero que al final encontraron la manera de solucionarse.

El tiempo ha pasado y todo ha cambiado, ya no somos tan chicos, la vida ha vuelto a deshacer los planes y ponerlo todo patas arriba, pero yo sé que tengo dos personas siempre en mi corazón y en mi mente, esa clase de personas por las que cruzaría el océano a nado si  les hiciera falta mi ayuda; esa clase de personas que la vida, dios o el destino pone en tu camino para recordarte que siempre hay algo bueno por lo que merece la pena luchar con tus manos.

Uno aquí, otra allí y otra más allá, pero nadie podrá quitarnos nuestra historia; Salés, cumpleaños, borracheras, abrazos, despedidas, reencuentros… tanto que hemos vivido y espero que tanto que nos quede por vivir.

Si, hoy, sin venir a  cuento, me he dejado llevar por mis recuerdos y paso a paso he ido desempolvando esas historias que están llenas de ese “algo” que las hace tan diferentes a todo lo demás; esas historias que quedaron para siempre unidas a nosotros. Porque esa palabra es la importante, NOSOTROS, los que nos hemos buscado tantas veces cuando necesitábamos a alguien de verdad.

Hoy las cosas son diferentes, ya lo he dicho el tiempo es caprichoso y nunca deja nada en el mismo lugar, pero todo lo que fuimos sigue aquí entre un latido y el siguiente de mi corazón; con dos personas que por mucho que pase el tiempo, por mucho que la vida siga, serán mis personas, esas de las que nunca dejarás de depender; esas personas con las que, aún en silencio, me encuentro a gusto; esas personas que siempre podrán contar conmigo.

Pase lo que pase siempre os llevaré conmigo porque aprendí a ser con vosotras.

Gracias Remember, Gracias Piper…

IMG-20140823-WA0000

sea dónde sea, sea con quién sea

One thought on “Nosotros

  1. Nosotros…

    Qué buen trío…

    Cuando se habla de recuerdos un ápice de tristeza pasa inevitablemente por nuestros cuerpos. Melancolía, tristeza, añoranza…Un poco de todo. Hay recuerdos que quedaron tan lejos pero que a su misma vez, cuando los rememoro me parecen que están tan presentes a día de hoy… ¿Por qué? Por lo que somos no por lo que fuimos. Paso a paso hemos ido forjando una gran amistad. Todo empezó por un juego. Original desde luego, ¿cuándo habéis conocido a una persona a través de un “simple” juego? María, Remember, ella…Pero un espectador que estaba ahí siempre, sabiendo lo que sentíamos cada una, lo que nos decíamos, nuestros enfados. Una amistad que empezó a través de una pantalla. A través del fotolog. Al principio tú eres un desconocido. Eras el “novio de…”. Eras el que venía a buscarla, al que veía con ella por la calle, el que nos acompañaba en nuestras quedadas. Me conocías sin conocerme. Me conocías de terceras. Ella te hablaba de mí. Pero un día rompimos el hielo. Tenía que hablarte. Si eras importante para ella lo serías para mí, seguro que sí. Después vinieron las fiestas en mi chalet, aquella “despedida” cuando me iba para Sevilla, tantos enfados que has soportado entre nosotras. “No somos fáciles”. Nos queríamos (nos queremos) pero hemos luchado mucho por ser lo que somos, por estar donde estamos (María y yo I mean). Y poco a poco nuestra amistad (la nuestra Paco) ha ido in crecendo. Dejaste de ser “el novio de” y yo llegué a ser “tu madrina”. Los años fueron pasando y la distancia nunca fue un obstáculo. Al revés, después las cosas cambiaron y jugábamos en mi chalet a las cartas. Me llamabas, me contabas tus problemas, tus cosas. Hablábamos mucho, pues más hablamos ahora. Eres de esos amigos que se cuentan con los dedos de una mano. Eres muy grande.

    Ahora no soy yo la que está fuera (de momento). Es ella. Vuestra relación también ha cambiado bastante pero este verano habéis demostrado que si queréis podéis llegar a ser grandes amigos. Tengo en mente aquella visita a su casa, con sing star y chucherías por medio. Yo estaba muy a gusto con vosotros dos, con mis dos grandes amigos. Y me encantaría tener muchos momentos así. Os quiero muchísimo y ambos sois dos personas que me conocéis. Podemos no vernos o podemos mirarnos sin decir nada pero sabemos que hay algo detrás de nosotros. A veces las palabras sobran.
    Y me gusta que, de vez en cuando, me recordéis que me conocéis como ha pasado en estas últimas semanas que, paralelamente, he tenido conversaciones muy parecidas con ambos.

    Tú y yo por aquí, ella por allí. Eso es el presente aunque yo me estoy buscando todavía (y creo que aun me queda un poco….). Quizás, seguramente, te vayas lejos pero sabrás que tendrás a dos personas (en realidad alguna más) que, estés donde estés, te llevarás contigo. Y quién sabe, quizás nos hacemos todos muy internacionales… Sería tan feliz haciendo aquella historia que escribí una vez realidad… Y sino, me gustaría al menos que no me quedara el no intentarlo.

Leave a comment